Para los seres humanos la curiosidad es la base sobre la que se apoya el desarrollo científico y tecnológico, y en el que debería basarse el proceso educativo y de formación de los niños en nuestra sociedad.
¿Cómo podemos fomentar la curiosidad en los niños?
Podemos presentarles determinadas actividades de forma enigmática y misteriosa, haciéndoles ver que es algo que se sale de lo cotidiano, como podría ser la visita a un museo o a algún entorno natural.
Favorecer que nos hagan preguntas, dándoles a entender que no hay preguntas estúpidas. Les otorgaremos respuestas sinceras, con información adecuada para su edad.
Ayudarles a desarrollar su imaginación a través de cuentos, juegos y dramatizaciones para que puedan explorar y construir mundos imaginarios.
Proporcionarles la oportunidad de realizar manipulaciones y experimentos sencillos como podrían ser recetas de cocina u otros con materiales tan básicos como el agua y la arena de la playa.
La curiosidad también está asociada con la inteligencia, la autonomía, la autoestima y la capacidad para resolver problemas. Esto ocurre porque la curiosidad y el conocimiento se retroalimentan, ya que adquirir conocimientos específicos despierta nuestra curiosidad, lo cual aumenta nuestro deseo de conocimiento y esto a su vez fomenta nuestra creatividad. Cuando nuestras habilidades en un campo concreto aumentan, la sensación de dominio sobre esa materia o disciplina hace que aumente nuestra curiosidad para hacerlo mejor, e incluso para adquirir nuevas habilidades.
El aprendizaje no tiene que ser para nada una tarea ardua y aburrida como tal vez nos enseñaron en el colegio, el instituto o la universidad. Hay pocas experiencias tan gratificantes como aprender algo que realmente nos guste y que sentimos que vamos dominando.
Así que si eres curioso, te invitamos a que en tu formación o en tu día a día descubras nuestras gamas de mochilas, estuches y maletas que tenemos para ti en Sportandem, que seguro harán que cada día sea una aventura.