Cuando vamos a comenzar las vacaciones siempre se plantea el mismo dilema. ¿Cómo hacemos la mochila? Y es que si has intentado ahorrar en tu viaje, lo más probable es que hayas optado por viajar con una mochila facturada e incluso con una de mano.
Básicamente la filosofía es esta: mejor llevar jabón que muchas camisetas/ropa interior/pantalones. Esto es, para un viaje de una semana, con 4 ó 5 camisetas es más que suficiente; con 5 mudas también; y 3 pantalones. Y si no queremos lavar, porque no vemos el momento ni el cómo, tenemos que pensar que en muchas ciudades del mundo son muy comunes las lavanderías (muchos pisos no están equipados con lavadora), en las que lavar todo por unos pocos euros.
Ahí van nuestros 10 consejos:
1- Haz listas. Elimina la mitad de lo apuntado en la lista. Es algo evidente, pero imprescindible cuando debemos ajustar el espacio.
2- Lo más pesado va en el centro. Al contrario de lo que muchos piensan, lo más pesado nunca va abajo. Colocándolo en la zona media no sobrecargaremos las lumbares, y notaremos la mochila más “ligera”.
3- Lo más liviano va al fondo, y lo de peso medio arriba del todo (si lo de peso medio coincide con las cosas que te gustaría tener más a mano, mejor; por ejemplo, cámara de fotos, forro polar).
4- No usar nunca los bolsillos interiores (en los que va la ropa) para colocar los neceseres con líquidos.
5- Hay que reservar espacio para lo que se va a comprar en el viaje (incluso aunque no vayas con la intención de comprar)
6- No hay que hacer la mochila grande teniendo en cuenta lo que ya se lleva en la de mano. No sería nada práctico llevar dos cargas en las ocasiones que nos desplacemos con ambas, utilicemos el espacio de la de mano sólo para el avión o rutas urbanas en las que dejamos la grande en el hotel.
7- Usa siempre las cintas de compresión internas. Si no abrochan, algo has hecho mal, y ten en cuenta que evitarán que el contenido se mueva; el balanceo es malo para la espalda, piensa que por llevar algo más no compensa el sufrimiento muscular.
8- Colócate las sujeciones correctamente. Para ello, te pones encima la mochila, te abrochas las sujeciones de pecho y riñones, tras ello, te inclinas hacia delante sin doblar las piernas, y entonces, en esa posición, las aprietas un poco más. Esto sirve para no cargar todo el peso a los hombros.
9- Protege tu mochila: usa candados para asegurar las cremalleras, o una funda de plástico para la mochila entera en el caso que tu destino sea lluvioso (por ejemplo, sudeste asiático)
10- La prueba definitiva: haz la mochila y póntela por casa, aguanta con ella al menos 20 min. Si pesa demasiado, rectifica el contenido.
Esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda, aunque pensamos que lo tendrás más difícil a la hora de elegir alguna de nuestras mochilas o maletas, pues seguro que te gustarán muchas. Sea cual sea tu elección, acertarás.